9. El arte de contar historias

Las buenas presentaciones incluyen historias. Los mejores expositores ilustran sus puntos con el uso de historias, muy a menudo personales. La forma más fácil de explicar ideas complejas es a través de ejemplos o al compartir una historia que ponga de relieve el punto. Las historias son fáciles de recordar por el público. Si desea que su audiencia recuerde su contenido encuentre la manera de hacerlo relevante y memorable para ellos. Tratar de llegar a contar una buena historia corta e interesante o establezca ejemplos que apoyen sus puntos principales.

Además, es útil pensar que toda presentación de 30 minutos es una oportunidad de "contar una historia." Las buenas historias tienen un principio claro, provocativo, contenidos interesantes en el medio y una conclusión clara y lógica. He visto bastante bien (aunque no mucho) presentaciones en las que había una entrega y gráficos promedio, pero que fueron bastante efectivas ya que el expositor contaba historias relevantes de una manera clara y concisa para apoyar sus puntos.

Los discursos inconexos no conseguirán hacerlo, el público necesita escuchar (y ver) sus puntos ilustrados.